El comercio en línea ha crecido grandemente en los últimos años, sobre todo con la llegada de la pandemia. Es por ello que muchos micro y macro empresarios han decidido llevar a cabo su viaje hacia la transformación digital, migrando a canales de venta y distribución 100% digital para sus negocios.
Si bien el comercio físico no ha quedado obsoleto, las restricciones generadas a partir de la pandemia, han obligado a los vendedores a buscar soluciones para mantener sus compañías y emprendimientos, sin necesidad de salir de sus hogares y minimizando cualquier riesgo de contagio.
Entre las alternativas que ofrece hoy el mundo digital, encontramos dos conceptos que se encuentran ya inmersos en el día a día de las personas, pero que muchos no han logrado distinguir. Estamos hablando de los ecommerce y los marketplaces, espacios de comercio en línea con gran similitud entre sí, pero que a su vez poseen enormes diferencias las cuales te explicaremos a continuación.
El marketplace hace referencia a una plataforma en línea donde el propietario permite a vendedores externos, ofrecer productos en su sitio web y facturarlos directamente a sus clientes. Una de las características que más destacan del mismo es que no es un sitio exclusivo para una sola marca, ya que varios vendedores pueden comercializar sus productos al mismo tiempo sin tener nada que ver el uno con el otro.
Desde este punto de vista, es necesario entender que el propietario del marketplace no es propietario del inventario puesto a la venta, ni tampoco factura directamente a los clientes, sino que solamente actúa como un intermediario digital. Por lo que un marketplace es entonces, una plataforma pensada tanto para vendedores como para compradores por igual.
Mientras tanto, un e-commerce es una tienda en línea dedicada al comercio electrónico de una sola marca, para vender específicamente sus productos de forma online. En este caso, el inventario es únicamente propiedad del dueño de la plataforma digital y es en este mismo canal donde se genera la venta y se factura directamente al cliente. También hay que tener en cuenta que en este sitio no hay ninguna opción para registrarse como vendedor y que es un espacio diseñado para clientes.
Conociendo lo que es cada uno de ellos, podemos decir que dependiendo de las necesidades de tu empresa puedes elegir alguna de estas plataformas, esto va a depender de muchos factores, entre ellos debes tomar en cuenta lo siguiente:
- Cuestión de enfoque
Es importante tener claro el enfoque existente para un marketplace y para un e-commerce, ya que son diferentes entre sí. Mientras en el ecommerce el enfoque es hacia los compradores; en un marketplace se piensa en atraer tanto a compradores como a vendedores, pues ambos son el corazón de su plataforma.
Otro punto a tener en cuenta es que en un ecommerce, el vendedor invierte individualmente para generar tráfico hacia su sitio; mientras que los marketplaces se benefician de varios usuarios invirtiendo juntos, lo que provoca una difusión viral de la plataforma digital.
- La escalabilidad
Un marketplace no vende ni compra ningún producto. Por lo tanto, conlleva considerablemente menos riesgos financieros comparado con los ecommerce, que tienen que invertir constantemente en inventario que puede tardar en venderse. Así que es claro que los marketplaces generalmente escalan más fácilmente y, por lo tanto, pueden expandirse más rápido.
Otro punto a favor de un marketplace, es que cuando su tráfico crece muy rápido, puede que sea necesario buscar nuevos proveedores para satisfacer la demanda, pero no tendrá que preocuparse por gastar grandes sumas de dinero en un nuevo inventario o en instalaciones de almacenamiento.
- Ecommerce = Control
Implementar una solución de e-commerce ofrece ventajas sustanciales al vendedor, ya que le permitirá tener el control total del proceso de compra de cada uno de sus usuarios. Además, le ofrece la posibilidad de enfocarse en optimizar cada proceso de la cadena logística, haciendo más eficiente la experiencia final del comprador.
Otro de los puntos más valorados, que ya es trascendental en la tecnología del hoy y será vital en la del mañana, hace referencia a la conservación de la información. Pues, poseer datos importantes del consumidor como datos personales, gustos y el mapa de ruta del mismo, posteriormente permitirá al vendedor usar toda esta información para seguir fidelizando a los clientes a partir de estrategias de CRM con descuentos u ofertas personalizadas.
Una vez visto todo el panorama del comercio electrónico actual, y considerando los pro y contras que tienen tanto marketplaces como e-commerce, puede ser más sencillo decidir si se elige una u otra de estas dos opciones planteadas como el canal de ventas óptimo.
Piensa en tu negocio online, analiza a tu público objetivo y valora qué plataforma podría beneficiarte. No hay una opción buena o mala, ni una decisión universal que todos los negocios deban aplicar.
Recuerda que lo principal para vender en línea es generar confianza tanto en un marketplace como en un e-commerce.